Con la llegada del buen tiempo, llega también la temporada de lucir un look más fresquito y veraniego. Sin embargo, al llegar a casa tocará limpiar tus sandalias de cuero, entre otras prendas, tras un día agotador.
Y es que, esta época del año nos incita a los largos paseos, hacer turismo a otros rincones del mundo o, simplemente salir a echar una risas con familiares y amigos.
Todo ello hace que tu calzado sufra y que, con el calor, se haga más necesario limpiar el sudor del interior de tus sandalias, de manera que éste no se vuelva recurrente y cuando nos demos cuenta, ya no podamos eliminarlo.
Por ello, hemos elaborado una guía con todo tipo de trucos y consejos para limpiar tus sandalias, tanto por fuera como dentro, de manera que puedas ponértelas al día siguiente y ¡luzcan como nuevas!
¿Qué elementos necesitamos para limpiar nuestras sandalias de cuero?
Para dejar como nuevo este tipo de calzado existen en el mercado infinidad de productos que podrías utilizar.
Están específicamente diseñados para limpiar el cuero respetando su PH; otros también lo hidratan; otros le dan elasticidad, etc.
Pero en casa seguro que también tienes productos que te pueden servir para limpiar tus sandalias de cuero. Por eso en este artículo me quiero centrar en todos esos productos que ya tienes en la cocina y que las dejarán como nuevas.
Para saber qué necesitas para limpiar tus sandalias de cuero, lo primero que hay que hacer es identificar la mancha de tu calzado.
Éstas pueden ser de diferente tipo:
- Grasas.
- Barro.
- Tinta.
- Café
- Etc.
Cada tipo de mancha se quita más fácilmente si usamos un producto en lugar de otro.
Pero para hacernos una idea, aquí va una lista de los productos que no vendría mal que tuvieras en casa:
1. Cepillo de cerdas suaves
Uno de esos cepillos de dientes viejo que tengas por ahí podrá convertirse en uno de los elementos que te ayudarán a de limpiar tus sandalias a partir de ahora.
2. Paños suaves
Preferentemente de algodón y sin rizo o pelos, ya que debes evitar en la medida de lo posible que se desprendan fibras y que se queden enganchadas a este tipo de zapatos veraniegos.
3. Jabón líquido de manos
Sí, el que tienes en el baño para tu aseo personal va perfecto para limpiar tus sandalias de cuero.
4. Amoniaco
Para manchas persistentes, es bueno recurrir a la “artillería pesada”. Pero no te asustes, no usarás litros y litros de este producto.
Tan sólo necesitarás unas gotitas diluidas en agua. Uno del tipo “KH7” podría servir, por citar algún producto de este tipo más conocido.
Y sí, también te será muy útil si tus sandalias están manchadas de aceites o cualquier tipo de grasas.
5. Agua
Usar un poco de agua, te ayudará a que la mezcla se humedezca. En este caso, la mínima cantidad imprescindible para que el trapo que uses permanezca húmedo.
6. Crema nutritiva/hidratante
La que uses para ti es también buena para este tipo de calzado veraniego.
Como ves, no hace falta hacer ningún gasto para limpiar tus sandalias, el cuero es muy sufrido y también muy agradecido.
Ahora queremos pasar a explicar, paso a paso, cómo tienes que proceder, con algunos consejos que, quizás tras un día agotador, agradecerás:
¿Cómo limpiar unas sandalias de cuero paso a paso?
El procedimiento que te describimos a continuación no tiene mucha dificultad, pero sí hay ciertas cosas que no se deben hacer bajo ningún concepto porque terminarías por quedarte sin calzado.
Así que voy a realizar una pequeña lista de pasos a seguir en la limpieza de éstas:
Paso 1: Elimina restos evidentes de suciedad
Quitar “lo más gordo y evidente”. Antes de ponernos a quitar manchas hay que quitar barro, polvo o cualquier otra cosa que tengas adherida a tus zapatos de cuero.
Para eso, es para lo que necesitábamos el cepillo de cerdas suaves. No hay que hacerlo ni con presión ni con brío, porque podríamos dañar el cuero o rallarlo con alguna piedrecita pegada al barro que intentamos quitar.
Con el cepillo, realizaremos todas las pasadas necesarias para soltar todo lo que esté pegado a nuestro calzado. Por supuesto que el cepillo debe estar completamente seco, pues pretendemos despegar la suciedad de nuestras sandalias de cuero, no pegarlas aún más.
Paso 2: Retira con un paño el resto de polvo
Una vez quitado “lo gordo” con el cepillo repetiremos la operación pero con un paño seco. Así terminaremos de retirar el polvo que quede en el cuero.
Si la suciedad que pretendemos limpiar es sólo polvo, sí que podríamos usar un poco de agua en el paño. Se trataría de humedecer mínimamente el paño para favorecer que se adhieran a él las partículas de polvo.
Luego deberíamos secar muy bien nuestras zapatillas. Lo mejor sería dejarlas secar en un sitio seco, luminoso y ventilado.
Pero nunca hay que dejarlas directamente al sol, porque terminarás por resecar y “cuartear” el cuero.
Paso 3: Limpieza a fondo
Cuando ya estén perfectamente secas, es cuando procederemos a su verdadera limpieza.
A estas alturas, ya sabremos el tipo de suciedad a la que nos tenemos que enfrentar: barro, grasa, aceite, tinta, sudor…
Cada tipo de mancha en la piel o el cuero tiene un producto más o menos específico para su limpieza.
Lo normal es que con un poco de agua jabonosa sea más que suficiente para que este tipo de calzado de cuero queden perfectamente limpias.
No se trata de sumergirlas en un barreño de agua y jabón, se trata más bien de poner un poco de jabón de manos (pero el líquido o en espuma, nunca en pastilla) en un vaso de agua y remover para que se mezcle muy bien.
Cuando ya tengas el agua jabonosa, humedece mínimamente un paño y pásalo por la mancha que quieras quitar. Realiza movimientos suaves, no utilices la fuerza.
Ahora tocará aclarar y quitar los restos de jabón. Para eso, volvemos a humedecer mínimamente un paño y lo pasamos por la zona tratada, también sin fuerza.
Por último, le pasamos un paño seco para intentar quitar de la sandalia de cuero la mayor cantidad de humedad posible.
No conviene que nos las pongamos hasta que no estén completamente secas. Para eso, como ya te he comentado antes, hay que llevar a cabo el paso 4:
Paso 4: Cómo secarlas de manera natural
Secar las sandalias de cuero antes de volver a usarlas. Para eso necesitarías dejarlas en un sitio aireado, seco y luminoso.
La luz directa del sol, como te hemos aconsejado anteriormente, sólo conseguirá resecar el cuero, hacerlo “viejo” y quebradizo.
Si tienes un balcón o una terraza, podrías dejarlas allí pero a la sombra. Asegúrate de que, con el paso de las horas, el movimiento del sol no haga que les llegue a dar directamente sus rayos.
Por supuesto, ¡nada de usar un secador de pelo!
Sólo si tienes muchísima prisa por ponértelas y la mancha era pequeña sería aceptable usarlo. Pero deberías utilizar el secador como una excepción que nunca más vas a repetir, y utilizándolo con el mínimo calor posible la menor cantidad de tiempo.
Paso 5: Hidratación tras la limpieza
Este tipo de piel necesita hidratación, y para ello, nada mejor que las típicas cremas de mano que todo el mundo suele tener en el baño.
Hay que tener mucho cuidado con la cantidad de crema a usar. Si te pasas quedarán manchadas por el exceso de hidratante y todo el proceso de limpieza no habrá servido para nada.
Ya sea por experiencia personal, ya sea de casualidad o ya sea por intuición, todos (más o menos) sabemos cuándo el cuero ya tiene suficiente hidratación para seguir siendo flexible.
Según el tipo y modelo de sandalia necesitarás más o menos cantidad de crema hidratante pero me atrevería a asegurar que nadie necesitará más de una cucharadita de café.
De todas formas, si ves que te has pasado con la crema hidratante, lo puedes solucionar pasándole un paño seco y retirando el exceso de crema.
Después de hidratarlas, necesitarán un tiempo prudencial para que absorba toda la crema.
Si te pones las sandalias justo después de hidratarlas, lo más seguro es que vayas por la calle “recogiendo” toda la suciedad del camino.
El polvo se te quedará adherido con mucha facilidad. Y además llegarás a casa o a tu destino teniéndolas más sucias que cuando te decidiste a asearlas.
No se trata de dejarlas durante unos cuantos días en la estantería, pero sí un par de horas por lo menos. Realmente, ese tiempo depende mucho de la cantidad de cuero que tengan éstas.
¿Cómo limpiar el sudor en mis sandalias de cuero?
Como éste puede ser el problema más común por el que estás leyendo este artículo, hemos querido abordar este tema como broche final de este tutorial.
Las sandalias de cuero se usan sobre todo en verano, que es cuando hace más calor y cuando más nos pueden sudar los pies.
Realmente, el sudor no sólo mancha el cuero de nuestro calzado, sino que también lo estropea y lo cuartea. Por eso hay que tener especial atención a este tema.
Para limpiar de sudor tus sandalias de cuero deberás realizar los pasos de limpieza que te hemos explicado anteriormente, aunque deberás tener en cuenta estos factores:
» Absorber el sudor con polvos de talco
Aquí, según la cantidad de sudor a limpiar, se podrán usar polvos de talco para que absorba todo lo posible este sudor que se nos haya podido acumular.
De esta manera, lograrás secar lo máximo posible el cuero.
» Eliminar el sudor con agua y alcohol
El siguiente paso sería retirar el talco con un paño seco y realizar la limpieza a fondo que habíamos descrito en el Paso 3 del procedimiento anterior.
Pero para limpiar sudor lo que utilizaremos será agua y alcohol. Para eliminar las otras manchas sólo había que utilizar unas gotas de producto diluido en un vaso de agua.
Pero para el sudor usaremos la misma cantidad de agua que de alcohol, es decir, medio vaso de agua y medio vaso de alcohol.
El resto del proceso es el mismo: trapo humedecido mínimamente para no empapar el cuero, pasadas suaves sin ejercer presión; paño seco para retirar el producto etc.
» El vinagre contra el olor del sudor
Otro truco casero para limpiar sudor sería sustituir el alcohol por vinagre. Tiene también el efecto de quitar el mal olor del sudor. El problema es que sustituyes el olor a sudor por el olor a vinagre (y no sabemos qué es peor).
Pero bueno, lo importante es que funcionar, funciona.
En resumen: diferentes manchas, diferentes productos a usar
De todo el proceso de eliminación del sudor y suciedad, el único que varía según la mancha que tengan éstas es el Paso 3 anterior.
Lo normal es que las manchas que tengan tus sandalias de cuero se limpien fácilmente con agua jabonosa. Pero hay manchas un poco más difíciles de quitar como las de café, vino o tomate, por ejemplo.
Lo suyo sería limpiar el interior de tus sandalias nada más mancharlas, así como su parte externa. Así sólo con agua jabonosa saldrá la mancha con facilidad.
Pero si no te has dado cuenta o en el momento no podías, es posible que el agua con jabón no sea suficiente, como has podido comprobar.
Para manchas de café o tomate, suele ir muy bien el amoníaco. No te asustes, no se trata de sumergir tus sandalias de cuero en un baño de amoníaco ¡ni mucho menos!
Si recuerdas el Paso 3, sólo necesitábamos un vaso de agua y un poco de jabón de manos. Para este tipo de suciedad más difíciles de quitar, sustituiremos el jabón por unas gotitas de amoníaco, dos o tres como mucho.
El resto del proceso sigue siendo el mismo. Para la limpieza del interior y exterior de tus sandalias contra manchas de grasa y aceite, nada como un buen desengrasante común.
Conclusión
Y hasta aquí hemos llegado con nuestros consejos de esta semana.Esperamos que os sean útiles todos estos tips, los pongáis en práctica para lucir vuestras sandalias todos los días como si fueran nuevas y que nos dejéis comentarios con vuestras opiniones y trucos para limpiarlas y dejarlas listas para volver a irnos de fiesta o a dar un paseo.
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